¿QUÉ HACER FRENTE AL NUEVO GOBIERNO? POSICIONAMIENTO DE JUVENTUDES POR LA LIBERACIÓN NACIONAL



Las siguientes reflexiones son fruto del análisis que hemos realizado los últimos meses. Decidimos presentarlas de manera resumida para facilitar la discusión y la construcción política. Esperamos sean de utilidad estos planteamientos para forjar, entre todxs, la mejor táctica en este largo camino de lucha contra el patriarcado, el capital y la neo-colonización.

Consideraciones del momento.
1.- En la coyuntura actual, Estados Unidos pierde su hegemonía mundial frente a China y Rusia. La única manera que tienen los yankees para mantener su dominio es el despliegue de la guerra y el despojo de otros países. En tal situación, México se vuelve un objetivo de primer orden para los Estados Unidos por nuestra posición geopolítica, nuestros recursos naturales y minerales, la enorme fuerza de trabajo, entre muchas otras cosas.
2.- En México, se presentaba una verdadera crisis de Estado. El cúmulo de indignación social derivado de más de 30 años de saqueo neoliberal crecía a tal grado que el levantamiento de amplios sectores del pueblo se presentaba como una posibilidad. Este no era un escenario aceptable para los centros de poder estadounidense, pues su dominio y tasa de ganancias podría correr riesgos.
3.- La oligarquía “mexicana”, siempre dócil ante el imperio, necesitaba cambiar de táctica ante la crisis de Estado y la posibilidad de levantamiento. El triunfo electoral del PRI o del PAN en 2018 sólo aumentaba el riesgo. Es así como Obrador, se presentaba como la mejor carta para calmar el hartazgo social, encaminar el descontento hacia formas menos peligrosas para el capital trasnacional y refuncionalizar la legitimidad del Estado.
4.- Sin duda los acontecimientos internacionales antes enunciados favorecieron las condiciones, pero la principal razón del triunfo electoral de Obrador se debe a que el pueblo se movió hacia la izquierda y votó por las posiciones más progresistas. El impulso de cambio del pueblo y el acumulado de las luchas populares fue lo que puso el escenario para la derrota electoral del PRI-AN.
5.- Millones depositaron sus esperanzas en el nuevo gobierno. Ahí radica también el riesgo, porque cuando los liberales progresistas fallan, viene el fascismo. Ese es el patrón observado en los gobiernos progresistas de América Latina. Es decir, cuando las esperanzas de esos millones se vean frustradas, será el momento en que la extrema derecha retomará el control.
6.- Si las masas voltearon a ver al liberalismo progresista encarnado en Obrador, fue por que las organizaciones políticas y sociales fuimos incapaces de generar una alternativa viable. No pudimos ganarnos el sentido común del grueso de la población. Debemos reconocer que muchos de nuestros fracasos, como movimiento político y social, se deben a nuestras contradicciones internas. También el movimiento social padece crisis política, económica y ética.

Caracterización de la figura de AMLO
Pensamos que AMLO no es de izquierda en términos de que no persigue el horizonte anticapitalista. Además no hay indicadores de que pretenda romper con el dominio estadounidense. Tampoco representa un gobierno progresista al estilo de Nicolás Maduro en Venezuela o Evo Morales en Bolivia, que articulan un bloque antiimperialista y además sostienen la construcción del socialismo como salida a la barbarie. No obstante, AMLO no puede ser caracterizado como el enemigo principal, ni siquiera el enemigo inmediato como lo ha venido sosteniendo la ultra-izquierda. El enemigo principal sigue siendo la clase dominante estadounidense, que opera en el país a través de las oligarquías “mexicanas”. Consideramos como enemigo inmediato a la ultraderecha nacional, que puede manifestarse próximamente con posiciones neo-fascistas para aplicar una restauración conservadora.
AMLO, para nuestros ojos, es un liberal como lo fue Franciso I. Madero, referente histórico de la “Cuarta Transformación”. Sin embargo, eso no quita que su gobierno represente ciertos avances sociales y políticos con respecto a los anteriores. No sabemos aún si el gobierno de AMLO tenga capacidad y/o voluntad para revertir el neoliberalismo implantado en México, pues enfrenta una difícil correlación de fuerzas dentro del Estado; muestra de ello son los perfiles variopintos dentro del gabinete del nuevo gobierno o la ambigüedad del proyecto de nación, que a la vez que avanza en mejorar las condiciones de existencia del pueblo también sostiene proyectos geoestratégicos para el imperio. Vale la pena recordar que el cambio de gobierno no es lo mismo que el cambio de Estado.
Creemos que también es incorrecto afirmar que el gobierno de AMLO no tiene diferencias con los del PRI-AN, sobre todo por el proceso popular detonado. Es ahí, en lo componentes populares de la sociedad que hicieron posible el triunfo de AMLO, en donde vemos la diferencia sustancial y también la potencia de transformación. Pongamos atención, pues, en el proceso popular que se desató con las elecciones del 1 de julio.

Nuestra posición frente al gobierno de AMLO
Por lo expuesto anteriormente, no podemos sumarnos a Morena para pelear por la “Cuarta Transformación”, tal y como está planteada. Mantenemos nuestra posición como organización independiente que se plantea la liberación nacional. A pesar de todo, sabemos que hay personas honestas y con una representación territorial legitima que se han integrado a Morena. Incluso reconocemos aspectos benéficos del programa del nuevo gobierno, pues mejora las condiciones de existencia de la población. Por ello, el apoyo crítico al nuevo gobierno desde nuestra naturaleza de movimiento social (Al estilo del MIR chileno en tiempos de Allende o, más recientemente, del MST de Brasil con Lula*) nos parece, por el momento, una mejor táctica que las posiciones anti-obradoristas o que la integración orgánica a las estructuras de Morena.
De tal forma, pensamos que parte de nuestro compromiso en este período tiene que ver con apoyar y radicalizar, desde el movimiento social, las posturas más progresistas del nuevo gobierno, para que se materialicen las propuestas en que estamos de acuerdo con el programa de AMLO; como la seguridad social, el sistema universal de salud, la abrogación de la reforma educativa, la liberación de los presos políticos, el precio de garantía para la producción campesina que asemeja a la CONASUPO, las 100 universidades, por mencionar algunas. Todo ello, bienes necesarios para el pueblo.
No debemos oponernos a las victorias emanadas de la lucha del pueblo. Una de esas victorias indudablemente se manifestó el 1 de julio y en las características benéficas del nuevo programa de gobierno, que aunque incompleto, es fruto de la vocación de cambio de este pueblo que no ha dejado de pelear. Además el programa incorpora múltiples reivindicaciones de las organizaciones de sociedad civil y plantea múltiples derechos necesarios para el pueblo en general. Una vez materializadas, debemos defender esas conquistas de los retrocesos que ya impulsa la extrema derecha. Insistimos, está en marcha la restauración conservadora de la ultraderecha.
En suma, hablamos de una posición dialéctica entre el anti-obradorismo de ultraizquierda y la defensa a ultranza de la “cuarta transformación”. La primera no construye nada y sólo representa el aislamiento con la masa, incluso llega a confundirse con el discurso oportunista de la derecha. La segunda se vuelve ciega ante las contradicciones y lleva a la legitimación de los errores del nuevo gobierno; los cuáles quizás no sean errores y respondan más bien a la correlación de fuerzas dentro de las estructuras estatales. Preferimos prepararnos para seguir combatiendo a los enemigos, que atacar o adular la figura de Obrador. Y aunque pensamos que el gobierno de AMLO por sí mismo no generará los cambios estructurales necesarios para trascender la neo-colonización, somos de la posición de que, si la ultraderecha ataca, debemos defender sus avances sociales y políticos por mínimos que sean.
Nuestro papel como organización
Manifestamos que nuestro papel principal debe ser el de profundizar nuestro trabajo de base, integrándonos con el Pueblo, abriendo camino en la línea de la construcción de comunidad y del poder popular. Aunque se logren ciertas mejorías materiales por el nuevo gobierno (derivadas, desde luego de décadas de lucha del pueblo) sin trabajo de base, sin pueblo organizado, sin formas de poder popular, la semilla de la revolución nunca germinará**. Se trata de retomar lo que dejamos de hacer por perseguir las coyunturas de manera tan ineficiente, es decir, se trata de construir poder desde abajo. El objetivo del período debe ser mejorar las condiciones de existencia de la población y las de organización comunitaria.
Además, la vinculación con el pueblo desde nuestras realidades cotidianas también debe recobrar un sentido pedagógico, explicando quien es el enemigo y nuestros horizontes transformadores. Esto será crucial para que la extrema derecha no capitalice las expresiones de protesta social que puedan surgir. En política no hay vacíos, si abandonamos las calles, los sindicatos, los movimientos sociales, será el enemigo quien ocupe nuestras antiguas trincheras de lucha. Sabemos que ellos, la extrema derecha, no cederán nada, ni siquiera a un gobierno liberal como el de AMLO. El fascismo está esperando que el nuevo gobierno decepcione al pueblo para emerger y retomar el control, por eso se necesita construir organización independiente que finque sus fuerzas en el pueblo organizado.
Mantener una posición de apoyo crítico frente al nuevo gobierno (lo cual quiere decir defender las propuestas justas y pelear contra las que no benefician al pueblo), al tiempo que avanzamos en la organización de popular-comunitaria, es la mejor táctica para cumplir nuestros objetivos. Lo demás es aislarnos, es querer cambiar el sistema sin tener aún la fuerza suficiente, de ver con recelo que el pueblo volteo a ver a liberalismo como una salida cuando nosotros no pudimos dar otra alternativa.
El momento se presta para que podamos intervenir en mejorar las condiciones de vida del pueblo y potenciar nuestro trabajo organizativo. Esto, desde nuestro punto de vista, se puede concretar desde distintos caminos tácticos:
1) Apoyando a la política pública benéfica para las grandes mayorías que ya está perfilada en el proyecto obradorista y su profundización desde el movimiento social, como ya se expuso; 2) Utilizar la apertura democrática para colocar compañeros en posiciones administrativas, de tal forma que faciliten las tareas de la gestión social y la organización popular; 3) Aprovechar el avance en la cultura política de la gente para impulsar el protagonismo mediático-político de nuestros cuadros más carismáticos, que sean la voz y rostro de nuestro planteamientos a nivel local y regional.
Todo lo anterior es posible aún desde el movimiento social si no hay una ruptura irracional con las instituciones, pues en esa esfera se está moviendo el grueso de la población a raíz de la victoria electoral de Obrador***. De alguna manera desde el 1 de julio, en el sentido común de la población, algunas instituciones lograron evadir el aura de ilegitimidad que las envolvía. Además, ninguno de esos dos caminos tácticos entorpece o se contraviene con la profundización del trabajo de base y la construcción de poder popular. Al contrario, se aprovecha el proceso donde la gente ha despertado un interés por la política y discute los problemas nacionales, aunque sea en los márgenes acotados de la democracia burguesa.
Por último, pero quizás más importante, creemos que centrar nuestras prácticas y formación teórica en la liberación de la mujer es de vital importancia para cualquier ejercicio de transformación social. Estamos convencidas y convencidos que las mujeres son el símbolo de la sociedad comunitaria, sin explotación ni dominación, donde se cultiva la ética de la vida y de los lazos solidarios. Si no entendemos eso, nuestra lucha y organizaciones tropezarán tarde o temprano y fracasaremos una vez más, no importando la estrategia. Por mil razones: las mujeres son el futuro.


Juventudes por la Liberación Nacional

Enero 27, 2019.




* Tanto la táctica institucional de Allende como la del poder popular del MIR, fueron destruidas por el fascimo. Algo similar está a punto de pasar en Brasil. Es el espejo en el que no tenemos que reflejarnos
**Eso lo entendía muy bien Hugo Chavez, por eso nunca sacó del debate la consolidación de las comunas que hoy sostienen la resistencia contra la ofensiva imperialista.
***Quizás a algunos les de escozor recordar, pero el propio Ricardo Flores Magón tuvo que fundar el Partido Liberal Mexicano porque que la mayoría de la población, incluyendo muchos de sus compañeros, se movían primordialmente en las posiciones liberales y no eran susceptibles de seguir la doctrina anarquista. Era eso o el aislamiento.

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